Rindiéndome

Iba empecinada con un sola única meta, y a la primera que perdí la oportunidad, mis esperanzas rompieron. Lloraron como nunca, pero aún están acá doliendo. Mostrándose indiferentes. No creo mucho en el perdón. Piezas pequeñas, se alejan para hacerme despistar, y aún no encuentro la razón de mi corazón. Qué debería hacer. Y no puedo escuchar a más nadie que  a mí misma. Miro a los costados, soñando que pase algún milagro, estoy desguiada de la cima, y sangra como duele. Estas pequeñas partes se pierden en mi ADN, y no puedo dejarlas atrás si están sobre mí. Tantas cosas que callo, y otra vez este nudo que no me deja avanzar hasta que puedo desunirme de él. Es triste como desperdicio mi tiempo en arreglarme cuando todo se supone que está bien, aunque no. No quiero seguir a  nada, sólo desearía seguirme a mí misma sin importar.

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