Lluvias de cumpleaños
En mi cumpleaños mayormente llueve, aveces la arruina por que no podemos comer afuera, pero interiormente estoy agradecida. Porque esa lluvia también es un poco de mi...porque aveces puedo ser una persona tranquila, pero dentro mio hay nubarrones que no puedo aclarar, las acuarelas se mezclan y rompo en llanto.
También puedo sentirme tan melancólica mirando el cielo nublado, que tal vez las gotas reflejen un poco mi alma, escurridiza y tratando sólo de salir de un recipiente.
Porque está claro que mi alma quiere viajar, pero no se lo atribuyen las circunstancias. No es que extrañe nada, no es que no sea feliz por lo que tengo hoy, sólo que aveces necesito mis momentos de paz, estando un poco sola, como la lluvia, y aveces un poco acompañada como la lluvia y el viento.
Soy una pequeña gran tormenta, donde aguantar es mi única salida hasta que sea la hora del día donde los chaparrones empiezan a caer y los refucilos sean tan sólo flashes desde el cielo queriendo iluminar alguna que otra sonrisa, todas menos la mía.
Me convierto en un tipo de luz plana, que dora en tonos blancos todo lo que se permita ser teñido. Porque no puedo evitar ser lineal, no tanto como el tiempo, sino parcial, subjetiva.
Nunca soy de hablar lo suficiente de mi, porque hay ocasiones que es un desperdicio de entrega, por eso todo lo callo, todo lo guardo, pero no vamos a mentir, me agrada hablar de mi misma, contar que los reyes magos me trajeron a finales de los 90, me gusta admirar mis manos arrugadas y saber que tengo alma vieja, me completa hacer entender que aveces puede ser un buen día para mi o aveces una agonía. Me complace saber quien soy y de vez en cuando demostrarle a alguien que me importa mi ser. Porque, sinceramente, no interesa que todos sepan lo que soy enteramente, con que las personas importantes para mi lo sepan estoy conforme.
Me quedo en blanco, si buscar ningún enfoque, cuando me doy cuenta que soy buena encuadrando, aunque hay veces que algunas cosas salen en la foto incorrecta. No me lo quiero permitir, fallar cuando sé como evitar, pero con toda la exigencia que yo misma genero siento que crezco.
De vez en cuando me siento sola, incomprendida, algo aturdida. Pero quien no lo sintió alguna vez? tal vez sea un consuelo sonso, pero no soy la única lo que quiere decir que no es el fin de ningún cosmos. Que las olas de llovizna pueden mojar pero que yo puedo secarme y aprender a volar.
Todos pasamos por dolores, yo no soy la excepción, aún los paso, causados por gente que en vez de hacerte doler te tuviera que entender, apoyarte y darte su mano sin prejuicios. Pero no veo esperanza en sus ojos, ni mucho menos confianza. Pero por eso entendí desde temprano, que no necesito nada de eso, con tal de confiar en mi misma, y tener esa voz que me habla cuando siento que el mundo se cae , que me dice " va a estar todo bien, pasaste muchas cosas, muchos dolores, vas a salir, sos muy fuerte" esa voz me acompaña desde que tengo conciencia, supongo que es ella misma: la conciencia, la que me apoya y me hace seguir adelante. Soy yo, la que me empujo, claro que tengo mis hermosos ayudantes, pero yo decido que valga la pena este anclaje, que puedo quedarme.
Aprendí , que si uno no se quiere a si mismo, la gente te puede llegar a hacer mierda, por lo tanto, yo empecé , no queriéndome sino amándome. Para que sea tan puro que ya nadie pueda ensuciarlo.
También puedo sentirme tan melancólica mirando el cielo nublado, que tal vez las gotas reflejen un poco mi alma, escurridiza y tratando sólo de salir de un recipiente.Porque está claro que mi alma quiere viajar, pero no se lo atribuyen las circunstancias. No es que extrañe nada, no es que no sea feliz por lo que tengo hoy, sólo que aveces necesito mis momentos de paz, estando un poco sola, como la lluvia, y aveces un poco acompañada como la lluvia y el viento.
Soy una pequeña gran tormenta, donde aguantar es mi única salida hasta que sea la hora del día donde los chaparrones empiezan a caer y los refucilos sean tan sólo flashes desde el cielo queriendo iluminar alguna que otra sonrisa, todas menos la mía.
Me convierto en un tipo de luz plana, que dora en tonos blancos todo lo que se permita ser teñido. Porque no puedo evitar ser lineal, no tanto como el tiempo, sino parcial, subjetiva.
Nunca soy de hablar lo suficiente de mi, porque hay ocasiones que es un desperdicio de entrega, por eso todo lo callo, todo lo guardo, pero no vamos a mentir, me agrada hablar de mi misma, contar que los reyes magos me trajeron a finales de los 90, me gusta admirar mis manos arrugadas y saber que tengo alma vieja, me completa hacer entender que aveces puede ser un buen día para mi o aveces una agonía. Me complace saber quien soy y de vez en cuando demostrarle a alguien que me importa mi ser. Porque, sinceramente, no interesa que todos sepan lo que soy enteramente, con que las personas importantes para mi lo sepan estoy conforme.
Me quedo en blanco, si buscar ningún enfoque, cuando me doy cuenta que soy buena encuadrando, aunque hay veces que algunas cosas salen en la foto incorrecta. No me lo quiero permitir, fallar cuando sé como evitar, pero con toda la exigencia que yo misma genero siento que crezco.
De vez en cuando me siento sola, incomprendida, algo aturdida. Pero quien no lo sintió alguna vez? tal vez sea un consuelo sonso, pero no soy la única lo que quiere decir que no es el fin de ningún cosmos. Que las olas de llovizna pueden mojar pero que yo puedo secarme y aprender a volar.
Todos pasamos por dolores, yo no soy la excepción, aún los paso, causados por gente que en vez de hacerte doler te tuviera que entender, apoyarte y darte su mano sin prejuicios. Pero no veo esperanza en sus ojos, ni mucho menos confianza. Pero por eso entendí desde temprano, que no necesito nada de eso, con tal de confiar en mi misma, y tener esa voz que me habla cuando siento que el mundo se cae , que me dice " va a estar todo bien, pasaste muchas cosas, muchos dolores, vas a salir, sos muy fuerte" esa voz me acompaña desde que tengo conciencia, supongo que es ella misma: la conciencia, la que me apoya y me hace seguir adelante. Soy yo, la que me empujo, claro que tengo mis hermosos ayudantes, pero yo decido que valga la pena este anclaje, que puedo quedarme.
Aprendí , que si uno no se quiere a si mismo, la gente te puede llegar a hacer mierda, por lo tanto, yo empecé , no queriéndome sino amándome. Para que sea tan puro que ya nadie pueda ensuciarlo.
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