El cielo ya no tiembla. Despertás y te das cuenta de cómo todo brilla. Adentro, no hay un caos, todo funciona en una perfecta armonía. Te sentís inmensamente agradecido. De los lunares, de la exhalación, de los reflejos, de las hojas aún no escritas. Qué hermoso es afuera, adentro también lo es.
Subes por ríos de colores donde la paz llega, sin previo aviso. En la almohada descansa el amor, donde revive cada mañana. Las risas, qué maravillas de sinfonías. "Te quiero" , "buen día". Gestos tan pequeños, acciones tan grandes. Podrías llegar hasta la luna, porque hoy más que nunca sabes mirar adelante, también en tu interior.

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