Hacía frío y era de noche. Parecía más oscura que una noche de verano, como si al cielo le faltasen estrellas. Escuchaba pasos, venían desde la lejanía, no entendía cómo podían retumbar tanto. Estaba como agitada, como si hubiese caminado veinte cuadras a la velocidad de la luz. Buscaba en mi bolso rojo los lápices de colores que había cargado el día anterior. No estaban. Entro en una habitación en la que solamente había luces de colores, un estudio cinematográfico , parecía todo utilería. Entonces, vi en el espejo. Era alguien más. No parecía mi pelo pero lo era. No se asimilaban a mis rasgos faciales, pero lo eran. Los ojos eran más brillantes que de costumbre pero, esa, era yo. Me había encontrado, en un espejo. No me estaba buscando, tan solo me choqué con ella. Una escapada de mi escencia. Los colores se convirtieron en vibrantes. No era el fin, ni mucho menos. Me desperté algo atónita, con una sensación en el rostro. Aún no salía del mundo onírico. Aún vivía en él.
No me abandonaría esta vez.
#pic #like #colors #escrito
Imagen: Erika Dal Maso
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