Intacto, cómo cuando nos besábamos últimamente.
Aún, sacándonos las capas que nos quedaban, desnudos de tantas derrotas, sabíamos qué éramos. 
Los pétalos caían, cómo todo al rededor. No supimos mirarnos entre tanta oscuridad. Tus contrastes ya sólo opacaban la escena, en la que tanto brillábamos. 
Los tonos de celulares eran silenciados , tan solo estábamos tú y yo. Luego de tantos mares, nos habíamos encontrado. Tanto atravesado para soltarnos. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

ALGÚN DÍA

Limitarse

La lluvia que calme